17 de junio de 2013

Doña Berenguela y Doña Leonor





Aunque se ha demostrado (y se seguirá demostrando) en este blog que nuestra historia local es riquísima en acontecimientos históricos dignos de mención, todo lo relativo a la Reina doña Berenguela (c. 1180-1246) nos toca el corazón de forma especial. Adjuntamos aquí el sello con el que ella firmaba sus documentos, donde se puede leer: Domine doceme facere voluntatem tuam (Señor, enséñame a hacer tu voluntad). Este sello fue adoptado como el sello de la Asociación Cultural doña Berenguela de Autillo de Campos.

En el Museo de Telas Medievales del Monasterio Santa María la Real de Burgos, lugar de su enterramiento, se conserva la rica almohada donde reposaba su cabeza. Es de tafetán y tapicería de seda e hilos de oro. En el centro se aprecia un círculo con dos figuras humanas donde se lee en árabe "No hay más divinidad que Dios".

De verde vemos también fragmentos de sus ropas que es un brocado de seda e hilos de oro con otras inscripciones en árabe, prueba de las relaciones comerciales con los musulmanes de la península y fuera de ella. La artesanía árabe era superior a muchos artículos cristianos, sobre todo los ornamentales, por tanto era objeto de importación.








Doña Leonor de Castilla (+ 1244) es la gran olvidada de los autillanos. Prácticamente todos ignoran que también acompañó a su hermana doña Berenguela durante su estancia en Autillo. Doña Leonor no tuvo mucha suerte en vida, fue la primera esposa de Jaime I el conquistador, con la que tuvo un hijo que no llegó a suceder a su padre, Alfonso (1222-1260). Doña Leonor además vio cómo siete años después del nacimiento de su hijo, su matrimonio fue declarado nulo por razones de parentesco.

La almohada de tela morisca que apareció en su tumba de las Huelgas Reales de Burgos, es de tafetán de seda labrada con hilos de oro. Sobre la almohada había un forro con tres franjas decorativas, una de ellas perpendicular.

La saya encordada es un brocado de seda e hilos de oro sin mangas. El lateral tiene una cinta para adaptarla al cuerpo.
El peyote de seda azul y verde conserva algo de piel de conejo para forro interior.



(Por Marcial de Castro)