8 de noviembre de 2016

Santa Eufemia, nuestra Santa.






Eufemia significa "palabra de buen augurio", su contrario es blasfemia, que significa "palabra de mal augurio", que no debe ser pronunciada en las ceremonias religiosas. Se llama también en griego eufemia a la acción de evitar las palabras de mal augurio, de donde procede el significado de "silencio religioso". Otro significado es el de "eufemismo", y que se refiere al empleo de una palabra favorable en vez de la negativa que le correspondería, por ser de mal augurio. Significa también eufemia, elegancia en el lenguaje, alabanza y palabra de elogio. De ahí que se use también en griego la palabra eufemia para denominar la buena fama.

Santa Eufemia virgen y mártir vivió en Calcedonia de Bitinia (Asia Menor). San Paulino de Nola y san Pedro Crisólogo ensalzaron su memoria, y el obispo de Poitiers la enaltece en sus célebres himnos De Virginitate, poniéndola la primera después de la Santísima Virgen. En el siglo III, el procónsul Prisco detuvo a Eufemia y a otros cuarenta y nueve cristianos y durante diecinueve días estuvo torturándolos por ver si así les obligaba a renegar de su fe. Eufemia, haciendo honor a su nombre, se explicó de una forma tan convincente, que dos verdugos, Sóstenes y Víctor, se negaron a seguir haciendo su trabajo, por lo que fueron arrojados a los leones. Los otros mártires fueron llevados a Roma para servir de diversión a la plebe, y Eufemia arrojada a los leones, quienes la respetaron por mucho tiempo. Pero la Santa, viendo que su destino era el martirio, rezó para que los leones acabasen con ella. Su oración fue escuchada y uno de los leones se acercó y le dio un zarpazo mortal. Su cuerpo, que los leones no quisieron devorar, fue recogido por sus padres y enterrado.


Las Eufemias celebran su onomástica el 20 de marzo y en septiembre los días 3 y 16.